La lucha por la existencia, y el sentimiento de noble ambición, de adquirir un nombre notable, fueron las pasiones que le dominaron. Su espíritu, su imaginación oriental, su naturaleza exuberante de ternezas, se concentró cual un gusanillo dentro de su capullo, en el ambiente cálido e incitante de París.
Toro en la primavera más toro que otras veces, en España más toro, toro, que en otras partes. Más cálido que nunca, más volcánico, toro, que irradias, que iluminas al fuego, yérguete
Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano.
Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar. Gente de mano caliente por eso de la amistad, con uno lloro, pa' llorarlo, con uno rezo pa' rezar. Con un horizonte abierto que siempre está más allá. Y esa fuerza pa' buscarlo con tesón y voluntad.
Los jardines preciados giran hacia un sofocante compartir, nieve prematura de la ruina sobre la que los árboles han mirado, y encima de las rosas la alondra hace su llamado sin esperanza.
Es difícil de precisar la fecha en que las iglesias llegarán a ser simples monumentos y el día en que las cruces, purificadas del símbolo de la sangre judaica, sonreirán inútilmente a la curiosidad estética. Hasta entonces, no tendremos más remedio que soportar en los retornos del alma el soplo sofocante de la fe.
Hazte a un lado, déjame en paz, pueblo sepultado, Vete. No he desposeído a nadie, no he usurpado el pan de nadie. Nadie murió en mi lugar. Nadie. Vuelve a tu niebla. No es mi culpa si yo vivo y respiro, Comer, beber, dormir y cambiarse de ropa
No extrañéis, dulces amigos,que esté mi frente arrugada: yo vivo en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas.
Soy un hombre que desearía vivir una vida heroica, hacer el mundo más soportable a su vista. Si en algún momento de debilidad, de relajación, de necesidad, me desahogo dejando escapar un poco de cólera ardiente cristalizada en palabras -un sueño apasionado, envuelto y atado en imágenes- entonces... Tómenlo ó déjenlo, ¡Pero no me molesten!
Cíñete a mí, noche del seno desnudo; cíñete a mí, ¡noche ardiente y nutricia!
No se enganchan a la misma lanza el caballo fogoso y la cierva temerosa
Tal vez todo lo demás, la cautela, la sabiduría, la cordura, la inteligencia, no valga ni un comino porque no está enardecido por la loca pasión de la juventud, ese extraño deseo que pretende salvar el mundo y al mismo tiempo consumirse a sí mismo, que quiere agarrar con las dos manos todo lo que el mundo le ofrece y que a la vez arroja a puñados todo lo que la vida le regala.
Estoy demasiado enardecido y abrasado por pensamientos propios, a tal punto que muchas veces me siento sofocado.
Su desbordante y entusiasta imaginación se veía matizada por la gran sensibilidad de su espíritu. Su corazón rezumaba afecto, y su amistad era de esa naturaleza fiel y maravillosa que la gente de mundo se empeña en hacernos creer que sólo existe en el reino de lo imaginario.
El entusiasta ve sólo el pago inicial.
Deseamos expresar, de forma singular, nuestro más afectuoso saludo a los supervivientes del largo y doloroso exilio que siguió a nuestra contienda civil
Mi afectuoso saludo se dirige ante todo al querido Padre Maciel. Este feliz aniversario invita a recordar los dones que él ha recibido del Señor. Es indispensable cultivar una constante intimidad con Cristo, esforzándose por seguirlo e imitarlo dócilmente
Te permito cualquier desliz absurdo, la humillación, los morbos, las manías, que te gusten las chicas del anuncio de medias, o que quieras ser mi amante después de haber dejado de quererme. Yo lo soportaría todo, excepto la ingratitud que nace del olvido.
¡Ay, qué amante es la rosa y qué amada la espina!
Mi luz te piensa a ti, luz de mi vida, pasión mía, luz mía, fuego mío llama mía inmortal, noche encendida, cauce feliz de mi profundo río, arrebatada flecha, alba elegida, mi dulce otoño, mi abrasado estío.
Estoy demasiado enardecido y abrasado por pensamientos propios, a tal punto que muchas veces me siento sofocado.
La fama es peligrosa, su peso es ligero al principio, pero se hace cada vez mas pesado el soportarlo y difícil de descargar.
No hay nada más pesado que la comprensión. Ni siquiera el propio dolor es tan pesado como el dolor sentido por alguien, para alguien, multiplicado por la imaginación, prolongado en mil ecos
La que ayer fue capullo, es rosa ya, y pronto agostará rosas y plantas el calor estival