El mundo habrá terminado de joderse el día en que el hombre viaje en primera y la literatura en el vagón de carga
-Ustedes son ochenta en el vagón agregó el oficial alemán-. Si falta alguno, todos serán fusilados como perros...Se fueron. Las puertas volvieron a cerrarse. Habíamos caído en la trampa hasta el cuello. Las puertas estaban clavadas, el camino de retorno definitivamente cortado. El mundo era un vagón herméticamente cerrado.
Un español con coche italiano, diseñado por un griego ganando en Alemania está bien
Una mujer le dijo a mi conocido polaco que varios hombres de la Gestapo habían entrado en la maternidad judía, se habían llevado a los recién nacidos, los habían puesto en un saco, habían salido y los habían echado a un coche fúnebre. Los malvados no se conmovieron con el llanto de los niños ni con las quejas desgarradoras de las madres. Aunque casi no se pueda creer, fue así.