La Movida nunca tuvo teléfono, pero sí tuvo señales de humo para comunicarse unánimes el concierto de los Ramones o aquella noche alucinada de los Rolling, cuando nos flipábamos chupando el desodorante del sobaco de las chais, que eso coloca.
Iluminaste mi existencia llenando el arca vacía de mi corazón.
Cierra tus labios y podrás oír del que posee el Aliento, todo lo que no cabe ni en palabras ni en definiciones. Cierra tus labios y podrás oír del Sol lo que no viene ni en libros ni en discursos. Cierra tus labios y hablará el Espíritu por ti. Únete a los amigos en el arca de Noé.