Según la perspectiva que nos define como modernos, hay un número infinito de detalles. Las fotografías son detalles. Por lo tanto, las fotografías se parecen a la vida. Ser moderno es vivir hechizado por la salvaje autonomía del detalle.
En virtud de la ideología de la industria cultural, el conformismo sustituye a la autonomía y a la conciencia; jamas el orden que surge de esto es confrontado con lo que pretende ser, o con los interes reales de los hombres.
La independencia no es una palabra que deba exorcizarse, sino una condición indispensable para la existencia de hombres y mujeres realmente liberados, es decir, dueños de todos los medios materiales que hacen posible la transformación radical de la sociedad.
El primer bien de las naciones reside en su independencia y en su existencia política.