El ateísmo ha sido un principio destructor de toda organización social que niega al hombre la posibilidad del consuelo y toda esperanza.
¡Escúcheme, hombre de corazón duro! ¡Escúcheme, orgulloso, severo y cruel! ¡Habría podido salvarme y devolverme la dicha y la virtud, pero no quiso! Usted es el destructor de mi alma, mi asesino, ¡Que caiga sobre usted la maldición de mi muerte y la de mi hijo aún no nacido!
Hoy está con nosotros en su calidad de demoledor de teorías. Y si no muerde su sentido de la realidad, aunque sólo sea con un mordisco pequeño, con este la fe de nuestros padres, entonces comprueben su pulso. Puede que estén ustedes muertos.
Me gusta la democracia porque permite apreciar el arrollador avance del que tiene libertad para exprimir a unos cuantos y aumentar su capital.
Hoy está con nosotros en su calidad de demoledor de teorías. Y si no muerde su sentido de la realidad, aunque sólo sea con un mordisco pequeño, con este la fe de nuestros padres, entonces comprueben su pulso. Puede que estén ustedes muertos.
Me gusta la democracia porque permite apreciar el arrollador avance del que tiene libertad para exprimir a unos cuantos y aumentar su capital.