Las declaraciones del Presidente del Gobierno son un acto de cobardía sin límites y suponen una humillación más...se comporta como una persona que no cumple su principal obligación: someterse a la Ley... Ahora se mendiga una tregua
En nuestro país hay fanáticos religiosos que pretenden ante todo que la religión gobierne la vida: la filosofía, la política, la moral y la economía. Rechazan someterse al enemigo y también negociar con él. No quieren aceptar una solución pacífica, a menos que les produzca los mismos resultados que la propia victoria.