En el hielo de la soledad es cuando el hombre, implacablemente, se siente como problema, se hace cuestión de sí mismo, y como la cuestión se dirige y hace entrar en juego a lo más recóndito de sí, el hombre llega a cobrar experiencia de sí mismo.
Amar a la vida a través del trabajo, es intimar con el más recóndito secreto de la vida.
La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de importancia en la sociedad democrática. Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país.
Más bien en las acciones que en las palabras se descubre lo oculto que hay en el alma; y así no fíes de ofertas que con obras no se confirmen.
Fue poco a poco haciéndose reservado y triste; sintió anublado su espíritu por las sombras que la soledad engendra, y sólo halló para sus pensamientos puerto de refugio en la esperanza del porvenir.
Sea lo que sea lo que la naturaleza tiene reservado para la humanidad, por desagradable que pueda ser, los hombres deben aceptar, que la ignorancia nunca es mejor que el conocimiento
Un dolor como el que tienen los niños asustados, cuando despiertan en la noche oscura e impenetrable y sienten que están por completo solos...
Lo inaccesible junto a lo impenetrable unido a lo inexplicable, lo inexplicable a par de lo inconmensurable; esto es el cielo
Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu.
La prosa -puede especularse- es discurso; la poesía elipsis. La prosa se habla en voz alta; la poesía se escucha a hurtadillas. La primera es presumiblemente articulada y social, un idioma compartido, la voz de la comunicación; la otra es privada, alusiva, inquietante, tímida, idiosincrásica como la delicada tela de una araña, una especie de hechizo insondable para las mentes comunes.
Las mujeres, con notables excepciones, son más inteligentes que nosotros, o cuando menos más sinceras consigo mismas sobre lo que quieren o no. Otra cosa es que se lo digan a uno o al mundo. Se enfrenta usted al enigma de la naturaleza. La fémina, babel y laberinto. Si la deja usted pensar, está perdido. Recuerde: corazón caliente y mente fría. El código del seductor
Cuando se tienen 20 años, uno cree haber resuelto el enigma del mundo; a los 30 reflexiona sobre él, y a los cuarenta descubre que es insoluble.
He aquí la gran incógnita que no he podido resolver, a pesar de mis treinta años de investigación sobre el alma femenina: ¿Qué es lo que quiere la mujer?
El pasado es una colección interminable de horrores que sólo merece el más completo de los olvidos; el futuro, una incógnita poco confiable que es preciso asegurar; el presente, el campo de batalla donde hay que garantizarse la vejez.
Toda la historia es incomprensible sin Cristo.
Los sentidos son nuestro puente entre lo incomprensible y comprensible.
La América Española como la España entera fija está en el Oriente de su fatal destino; yo interrogo a la esfinge que el porvenir espera con la interrogación de tu cuello divino. ¿Seremos entregados a los bárbaros fieros? ¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés? ¿Ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros? ¿Callaremos ahora para llorar después?
En ti observé lo que tienen de enigmático los tiranos, cuya razón se basa en su persona, no en su pensamiento. Al menos, así me lo parecía
El encanto enigmático de la Historia reside en el hecho de que, de época en época, nada cambia y aun así todo es completamente diferente.
Newt se quedó enroscado en la silla. Alargó sus manos llenas de pintura como si tuviese entrelazada entre ellas una cuna de gato. -No me extraña que los niños crezcan locos. Una cuna de gato no es más que un montón de equis entre las manos de una persona, y las criaturas miran y miran una y otra vez todas esas equis... . - ¿ Y? -Pues que ni maldito gato ni maldita cuna que valga.
...leyó esto: Dios es una gran equis sobre la última barrera de los conocimientos humanos; a medida que la ciencia avanza, la barrera se retira. Y escribió al margen: De la barrera acá, todo se explica sin él; de la barrera allá, ni con él ni sin él.