Cuando un rival te da un gancho y te abre el ojo y no le puedes ni ver, piensas: esta es la última vez. Pero después ganas, gozas de la victoria y es cuando te dices: una vez más.
Su elegante distinción era evidente. Flotaba en el aire una densa fragancia de incienso, y el frufrú de las sedas reflejaba una riqueza ostentosa, pues era aquélla una casa donde se prefería la exhibición de lo que estaba de moda al atractivo más profundo de un discreto buen gusto.
El fútbol es el primer deporte del mundo, es el deporte más atractivo para todos los continentes. Si yo tuviera que decir por qué sucede eso, es porque no siempre ganan los poderosos.
Cuando un rival te da un gancho y te abre el ojo y no le puedes ni ver, piensas: esta es la última vez. Pero después ganas, gozas de la victoria y es cuando te dices: una vez más.