Este deseo sin límites me impulsa, como a un toro con anillo en la nariz y cadena en el anillo...
Personalmente, cuando hablo solo con Dios y la Virgen, más que adulto prefiero sentirme niño. La mitra, el solideo, el anillo desaparecen; mando de vacaciones al adulto y también al obispo, para abandonarme a la ternura espontánea que tiene un niño delante de papá y mamá. El rosario, oración simple y fácil, a su vez, me ayuda a ser niño y no me avergüenzo de ello en absoluto
Quién pudiera ostentar, como una brida, el arco iris sin par de tu mirada desde tu luz a mi negror caída
Me asusté porque la abuela ignoraba que yo estaba enamorada de un vampiro -nadie lo sabía- y no se me ocurría la forma de explicarle el hecho de que los brillantes rayos del sol se quebraran sobre su piel en miles de fragmentos de arco iris, como si estuviera hecho de cristal o de diamante.
Como en la playa virgen dobla el viento, el leve junco verde que dibuja un delicado círculo en la arena, así en mí tu recuerdo.
Nuestra tarea es la de liberarnos... Mediante la extensión de nuestro círculo de compasión hasta que contenga a todas las criaturas vivientes, la naturaleza entera y su belleza.