Cuando algo es moralmente correcto hay que defenderlo sin preocuparse de las consecuencias políticas o personales que vamos a pagar
El director está obligado a preocuparse de los actores; es el punto fuerte del rodaje.
Al caer la noche se interrumpió el trabajo en las defensas, y con mi consiguiente perplejidad Rothgar celebró otro banquete de espléndidas proporciones. Toda aquella noche, según pude presenciar, Buliwyf y Herger y todos los otros guerreros bebieron copiosas cantidades de hidromiel y se divirtieron como si no tuvieran la menor preocupación en el mundo.
La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella.