Hay que acostumbrar a la gente a vivir de forma más austera, a no derrochar. Hay mucho derroche de energía, no hace falta que cada familia de clase media tenga dos automóviles, lo que hace falta es cambiar el sistema de transportes, mejorar el transporte público, para que la gente no utilice el coche. Lo que hace falta cambiar es el modo de vida, ya que consumo no es sinónimo de felicidad.
Hay que acostumbrarse a vivir con los enemigos, ya que no a todos podemos hacerlos nuestro amigos.
El periodismo debe acostumbrarse a que ya no ejerce un régimen de monopolio en la gestión del conflicto social.