Todo cuanto viene de fuera a un país, ha de acomodarse al espíritu del territorio si quiere ejercer una influencia real.
Las enseñanzas orales deben acomodarse a los hábitos de los oyentes.
La vida consiste en ajustarse a las condiciones reales y tomar las cosas como realmente son, no como uno desearía que fueran.
Si uno conoce a los actores y aprende las normas y la jerga, se desenvuelve a la perfección, como en cualquier otro lugar. Hay que ajustarse a la etiqueta local y no cabrear a la gente.
La política es el arte de inventar un recurso a cada nuevo recurso de los contrarios, de convertir los reveses en fortuna; de adecuarse al momento presente, sin que la adecuación cueste el sacrificio, o la merma importante del ideal que se persigue; de cejar para tomar empuje; de caer sobre el enemigo, antes de que tenga sus ejércitos en fila, y su batalla preparada.
Un deseo absolutamente inédito no podría ser percibido, porque no tendríamos un código para descifrarlo. Todo deseo nuevo debe acoplarse a una anterior dosis de memoria para poder existir.
Quien al vulgo le exige deberes sin avenirse a concederle derechos, lo habrá de pagar caro.
El periodismo debe acostumbrarse a que ya no ejerce un régimen de monopolio en la gestión del conflicto social.
Para hacer la vida soportable, hay que acostumbrarse a las injurias del tiempo y a las injusticias de los hombres.
Hay que acostumbrar a la gente a vivir de forma más austera, a no derrochar. Hay mucho derroche de energía, no hace falta que cada familia de clase media tenga dos automóviles, lo que hace falta es cambiar el sistema de transportes, mejorar el transporte público, para que la gente no utilice el coche. Lo que hace falta cambiar es el modo de vida, ya que consumo no es sinónimo de felicidad.
El hombre hace la literatura y después la literatura contribuye a modelar al hombre. Las artes forman la médula de un país, rigen al ser humano; su propia libertad, la más alta y absoluta es posible; y los frutos de ella, llevan el sello de lo antiguo, de la obra de los predecesores, cuando éstos han existido
No podemos modelar a nuestros hijos según nuestros deseos, debemos estar con ellos y amarlos como Dios nos los ha entregado.
La fuerza de una cultura reside en su capacidad para abrirse a otras, para integrarlas e integrarse en ellas. No importa cuán diferentes sean, señala Habermas, todas comparten algunos principios, Ninguna cultura tolera la explotación de los seres humanos. Ninguna religión permite la matanza de inocentes. Ninguna civilización acepta la violencia o el terror.
Ningún hombre puede ser llamado educado, si no tiene una buena voluntad, un deseo y una capacidad entrenada para hacer su parte en el trabajo del mundo.
Si uno no se pone a hacer algo original de vez en cuando, la gente acaba por aburrirse de nosotros. No basta con ser buenos actores: es preciso suscitar en el público curiosidad e interés... Como y bebo sin preocuparme de la línea. Quiero decir que si me engordo demasiado pasaré de papeles de primer actor a papeles de carácter.
El Estado Democrático debe aplicarse a servir a la mayoría y procurar a todos la igualdad delante de la ley, debe al mismo tiempo protegerse contra el egoísmo y proteger al individuo contra la arbitrariedad del Estado
No es fácil encontrar muchos hombres que sepan lo que quieren. Por eso lo primero que ha de surgir de una apreciación es: ¿Qué Quiero hacer? Ese es el objetivo. Esa es la finalidad para la cual uno trabaja. Se coloca el objetivo y entonces se extraen todas las conclusiones mirando el objetivo y cuáles son las que han de servir a ese objetivo.