Vaya con suerte quien se crea astuto porque ha sabido acumular objetos. Pobre mortal que, desalmado y bruto, perdió el amor y se perdió el respeto
Los que deseamos acumular riqueza debemos recordar que los verdaderos líderes del mundo han sido siempre hombres que han sabido dominar, para su uso práctico, las fuerzas invisibles e intangibles de la oportunidad que está por surgir, y han convertido esas fuerzas (o impulsos de pensamiento) en rascacielos, fábricas, aviones, automóviles, y toda forma de recurso que hace la vida más placentera.
Tal vez fuera preciso moderar, recortar el existir y retener la prepotencia de ser uno.
Le dijimos que trataríamos de retener sus palabras. Nos dijo: Quiero que todos me miréis al tiempo que se erguía ante nosotros. Añadió que si no teníamos de qué avergonzarnos, podríamos mirar a la gente a la cara. Por último, exclamó: Hijos míos, os devolveré a vuestros hogares
Viste los diferentes colores de los hombres, los diferentes dolores de los hombres, sabes qué difícil es sufrir todo eso, amontonar todo eso en un solo pecho de hombre... sin que estalle.
La ciencia de adquirir riquezas está en encontrar cierta cantidad de hambrientos, pagarles tres monedas, hacerles producir por diez, amontonar una fortuna y acrecentarla de inmediato mediante algún golpe de mano con ayuda del Estado
Hay que decir no a mil cosas para estar seguro de que no te estás equivocando o que intentas abarcar demasiado
La verdadera, la auténtica teoría científica, no sólo debe abarcar todo el material existente, sino que debe abrir amplias posibilidades para el estudio ulterior y – permítasenos expresarnos así – para la experimentación ilimitada.
¡No se puede monopolizar el patriotismo!
La propiedad fue la chispa que prendió fuego a la revolución. El gobierno tenía necesidad de dinero. Tenía que mostrar que era absoluto, y por consiguiente, dueño de toda propiedad; tenía que apropiarse de su dinero, que estaba a disposición pero no era propiedad de sus súbditos.
El comunismo no priva al hombre de la libertad de apropiarse del fruto de su trabajo, lo único de lo que lo priva es de la libertad de esclavizar a otros por medio de tales apropiaciones.