No da abundancia la abstinencia al vaso, ni divide la sed como quisiera. Hora que, para ser, otra hora espera, no existe más cuando agotó su paso.
Si un hombre aspira a una vida correcta, su primer acto de abstinencia es el de lastimar animales.
La falsa virtud que llamamos castidad es seguramente el más ridículo de todos los prejuicios.
Artículo cuarto. — La predicación de la castidad es una incitación publica a la contranaturaleza. Todo desprecio de la vida sexual, toda impurificación de la misma con el concepto de impuro es el autentico pecado contra el espíritu santo de la vida.