Interrogad al bizkaíno que no es lo que quiere y os dirá trabajo el día laborable e iglesia y tamboril el día festivo; haced lo mismo con los Españoles y os contestarán pan y toros un día y otro también, cubierto por el manto azul de su puro cielo y calentando al ardiente sol de Marruecos y España.
Con extender un brazo cualquiera de ellos podría haber tocado al octavo hombre, que yacía sobre la mesa, boca arriba, parcialmente cubierto con una sábana, sus brazos extendidos a sus lados. Estaba muerto.
Hay que tener mucha personalidad y un entorno en donde uno se pueda sentir arropado para no dejarse llevar por la corriente de la moda.
Es en efecto cuando divulgo lo privado de mí mismo cuando más me expongo: no por el riesgo del escándalo, sino porque así presento mi imaginario en su consistencia más fuerte; y el imaginario es precisamente lo que ofrece un blanco a los otros, lo que no está protegido por ningún vuelco, ninguna dislocación.
No me cabe concebir ninguna necesidad tan importante durante la infancia de una persona que la necesidad de sentirse protegido por un padre
Hay que tener mucha personalidad y un entorno en donde uno se pueda sentir arropado para no dejarse llevar por la corriente de la moda.