La función del Estado es establecer normas para un consumo sano, opuestas al consumo patológico e indiferente
El arte, esa nueva y tiránica religión que se sitúa por encima del bien y del mal, y es indiferente al hombre, al placer, al dolor, a la moral, a la vida y a la muerte.
Un flemático deja que le vengan las cosas y se alegra de que pasen de largo.
Para el desidioso todos los días son festivos