Zarandéame ese yoyo
Una buena idea es como un yo-yo que puede ir hasta el final de su cadena, pero no morir allí, sino que sólo duerme. Eventualmente se retrocede hasta en la palma de su mano.
Zarandéame ese yoyo
Una buena idea es como un yo-yo que puede ir hasta el final de su cadena, pero no morir allí, sino que sólo duerme. Eventualmente se retrocede hasta en la palma de su mano.