La esencia de la acción es transgredir con una energía irracional el límite en el que está fijado la racionalidad.
Mucho erré en no matar a Lutero, y si bien lo dejé por no quebrantar el salvoconducto y palabra que le tenía dada, pensando de remediar por otra vía aquella herejía, erré, porque yo no era obligado a guardarle la palabra, por ser la culpa de hereje contra otro mayor Señor, que era Dios, y así yo no le había ni debía guardar palabra, sino vengar la injuria hecha a Dios.
La desgracia puede debilitar la confianza, pero no debe quebrantar la convicción.
Cuando el gobierno (que no es lo mismo que la ley) comienza a contravenir las leyes, o a desoír los anhelos de reforma que el pueblo expresa, sobrevienen las revoluciones. Estos hechos históricos no son delitos en sí mismos, aun cuando en la práctica se los trate como tales cuando las revoluciones son vencidas.
Oh, mujer, mujer. ¡Criatura débil y decepcionante! Ningún ser vivo puede desobedecer a su instinto, ¿es acaso el tuyo el de engañar?
Tenía la necesidad de destruir las viejas convenciones, de desobedecer a fin de recrear la vida y un mundo liberado.
No he cometido ningún delito, lo que hice fue no cumplir la ley. Porque es tonta: Pues claro que incumplir la Ley es un delito.
El éxito se trata de si te recuerdan cuando te vas. Se refiere a cuánta gente ayudas, a cuánta evitas dañar o si no hay rencor en tu corazón. Se trata de que en tus triunfos estén tus sueños y de que tus logros no hieran a tus semejantes. Es acerca de tu integración con otros, no de tu control sobre ellos
Las personas deformes y los eunucos, los viejos y los bastardos suelen ser envidiosos porque el que no puede remediar su propio estado hará lo posible por dañar el de los demás.
No pudimos perjudicar en nada a los enemigos y nos retiramos con muchas dificultades. (...) Gracias sean dadas a los dioses porque no vinieron con una gran fuerza, sino con pocos hombres, de manera que no nos han hecho un gran daño y, en cambio, nos han mostrado nuestras carencias.
Con ansia deseamos conocer prematuramente la vida, y la aprendemos en las novelas. Hemos conocido todo; pero entretanto, no hemos gozado de nada. Adelantando la voz de la Naturaleza no hacemos más que perjudicar nuestra dicha, y la ardiente juventud vuela demasiado tarde tras ella.
Uno se reprocha muchas cosas y cree que la libertad está en malgastar la vida y maltratar el cuerpo, y no se da cuenta que es la manera de castigarse porque está inconforme con lo que hace.
¿Qué ganarías con injuriar a una piedra que es incapaz de oírte? Pues bien, imita a la piedra y no oigas las injurias que te dirijan tus enemigos.
El momento de vuestra libertad ha llegado. La intrépida vanguardia de un numeroso ejercito marcha bajo mis órdenes a despedazar vuestras cadenas, y a vengar los ultrajes recibidos del bárbaro español
Aquella vez se perdieron tus ojos en los míos y yo sin detener el alma logré despedazar a tu tristeza.