Al hombre le ocurre lo mismo que al árbol. Cuanto más quiere elevarse hacia la altura y hacia la luz, tanto más fuertemente tienden sus raíces hacia la tierra, hacia abajo, hacia lo oscuro, lo profundo — hacia el mal.
¿Queréis que alguien os quede fuertemente ligado ? Imponedle sacrificios.
Seria bueno tener a alguien, a una mujer, pensó, mirando flotar el humo del cigarrillo sobre el agua. Cuando uno envejece se pone así. Pero no estando en casa durante tanto tiempo, sería duro para la que se quedaba atrás. Ya lo había aprendido.
Te besé en los labios. Densos, rojos. Fue un beso tan corto, que duró más que un relámpago, que un milagro, más. El tiempo después de dártelo no lo quise para nada ya, para nada lo había querido antes.
Estamos obligados a luchar enérgicamente contra todos los eventuales gérmenes de odio colectivo
Rechaza enérgicamente toda sombra de melancolía. Nunca es más apropiada la palabra «sombra». Sí, la melancolía es una sombra que nos impide gozar de una luz y del calor del sol
¿Quién es libre? El sabio que puede dominar sus pasiones, que no teme a la necesidad, a la muerte ni a las cadenas, que refrena firmemente sus apetitos y desprecia los honores del mundo, que confía exclusivamente en sí mismo y que ha redondeado y pulido las aristas de su carácter.
Así que es el momento de abandonar la religión del ecologismo y volver a la ciencia del ecologismo y basar firmemente en él nuestras decisiones políticas públicas. Muchas gracias.