Creo que es un gran error considerar cobrar altos impuestos a los vinos como un impuesto al lujo, si lo hiciéramos estaríamos cobrándole impuestos a la salud de nuestros ciudadanos
¿Dónde está la plata que tenemos que cobrar para estar contentos y salir a disfrutar; dónde está el dinero que después de trabajar tiene que sobrarme para el gusto personal, para salir, para vivir, para gozar, para curtir o es que aquí sólo se puede subsistir?
Si tuviera opinar sobre una virtud, me referiría a esta virtud: adaptarse a la exigencia, no desmoronarse, no quebrarse, persistir a pesar de la adversidad, enfrentar las dificultades sin pervertirse, pudiendo ser siempre el mismo, estar dispuesto a poner en riesgo lo que poseo, aceptar el reto, el desafío, el cambio, el ritmo, tolerar los picos de dolor, saber sufrir, volver a empezar aun cuando la interrupción se produce cerca del final, recobrar el estado original sin perder salud en la búsqueda de efectividad. No pueden quedar excluidos aquellos que no se convencieron: a aquellos que no se convencieron, hay que admitirles la diversidad, que es muy difícil, admitir que el otro no es como deseamos.
Alentáos y reunid por un instante vuestros esfuerzos a los nuestros; en un instante de vigor y de actividad vais a recobrar el don más precioso del cielo, que sólo la seducción, la intriga y la perfídia pudieron arrebataros