He adquirido la convicción de que casi todos eran hombres inmorales, malvados, sin carácter, muy inferiores al tipo de personas que yo había conocido en mi vida de bohemia militar. Y estaban felices y contentos, tal y como puede estarlo la gente cuya conciencia no los acusa de nada.
La bohemia no tiene pancartas. Sobrevive por la discreción.
Quienes viajan por el camino inferior de la mediocridad viven el software cultural del ego, la competición, la escasez, la comparación, la extravagancia y el victimismo.
No cabía duda de que las descripciones de sueños y los recortes recopilados por el profesor venían a corroborar los hechos, pero la racionalidad de mi mente y la extravagancia de todo este tema me llevaron a adoptar lo que a mi juicio eran las conclusiones más sensatas.
Reconozco que no soy un santo, que me gusta la noche y que las ganas de juerga no me las quita ni mi madre. Sé que soy un irresponsable y un mal profesional, y puede que esté desaprovechando la oportunidad de mi vida. Lo sé, pero tengo una tontería en el coco: no me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme.
Como es imposible tener largos períodos de descanso y adiestramiento, la única salida es tratar de eludir, si tal cosa es posible, ciertos combates y así ganar tiempo para el adiestramiento.
Sobre el Live8 No estoy seguro acerca del rollo éste del Live8. Corrígeme si estoy equivocado, pero esperan que uno de esos tíos del G8 se encuentre en un descanso rápido de 15 minutos en su reunión en Gleneagles y vea a Annie Lennox cantando Sweet Dreams y piense, 'Joder, ella podría tener algo de razón...' No va a pasar nada de esa mierda, ¿no?.
Quienes son complices de la desocupacion y la miseria de los trabajadores, están atentando contra el futuro de la Patria y promoviendo la desintegracion Nacional
Una de las consecuencias de la mundialización de la economía es la desocupación y la esclavitud. A excepción de algunos financistas, los demás salimos perdiendo.
Es imposible gozar totalmente de la indolencia si no se tienen muchas cosas que hacer
Pensamiento y estudio son igualmente necesarios para la felicidad de un país y para la vida de una ciudad. En el primero previenen las inquietantes sensaciones de indolencia y permiten el placer sublime de crear para la belleza; en la segunda, hacen que la disipación no sea objeto de necesidad y, consecuentemente, de interés.
Para saborear todo cuanto ofrece de delicioso un paseo por la orilla del arroyo, es preciso que el derecho de la pereza haya sido vencido con el trabajo y que el espíritu cansado tenga necesidad de adquirir nuevo aliento contemplando la naturaleza.
La pereza no es descanso, y por eso le falta la satisfacción.
Un gobierno sabio no sufre el ocio político en el seno del trabajo y de la industria. Yo llamo ocio político a todo aquello que no contribuye a la sociedad ni con el trabajo ni con la riqueza.
Aunque parezca un contrasentido, el ocio es hoy un tiempo ligado íntimamente a la producción. Es el momento del gasto. Se trabaja con intensidad para acumular dinero que luego será gastado durante las vacaciones, la segunda residencia de recreo, las diversiones, el entretenimiento, etcétera
Las costumbres de la clase militar son la disciplina, el ocio, la ignorancia, la crueldad, el libertinaje y la borrachera, es decir, la falta de libertad. A pesar de todo esto, esa clase superior es respetada por todos
El poder arbitrario es más fácil de establecer sobre las ruinas de la libertad maltratada por el libertinaje
Yo nací ostentosa. Se mostrará una lista de mi nombre en el diccionario algún día. Van a utilizar Imeldifico en el sentido de la extravagancia ostentosa.
Quienes viajan por el camino inferior de la mediocridad viven el software cultural del ego, la competición, la escasez, la comparación, la extravagancia y el victimismo.
La idea es que básicamente la vagancia es un rechazo de todas las cosas que nos forzan a hacer para poder sobrevivir
La idea es que básicamente la vagancia es un rechazo de todas las cosas que nos forzan a hacer para poder sobrevivir
Quienes viajan por el camino inferior de la mediocridad viven el software cultural del ego, la competición, la escasez, la comparación, la extravagancia y el victimismo.
No cabía duda de que las descripciones de sueños y los recortes recopilados por el profesor venían a corroborar los hechos, pero la racionalidad de mi mente y la extravagancia de todo este tema me llevaron a adoptar lo que a mi juicio eran las conclusiones más sensatas.
Reconozco que no soy un santo, que me gusta la noche y que las ganas de juerga no me las quita ni mi madre. Sé que soy un irresponsable y un mal profesional, y puede que esté desaprovechando la oportunidad de mi vida. Lo sé, pero tengo una tontería en el coco: no me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme.
No confundas la paciencia, coraje de la virtud, con la estúpida indolencia del que se da por vencido.
Es imposible gozar totalmente de la indolencia si no se tienen muchas cosas que hacer
No hacer nada es la primera y más fuerte pasión del hombre. Es para lograr el reposo que cada quien trabaja, es la pereza que nos vuelve laboriosos.
El azote, hijo mío, se inventó para castigar afrentando al racional y para avivar la pereza del bruto que carece de razón; pero no para el niño decente y de vergüenza que sabe lo que le importa hacer y lo que nunca debe ejecutar, no amedrentado por el rigor del castigo, sino obligado por la persuasión de la doctrina y el convencimiento de su propio interés.
Hay mucha gente que opina que libertad sí, pero libertinaje tampoco.
El poder arbitrario es más fácil de establecer sobre las ruinas de la libertad maltratada por el libertinaje
La idea es que básicamente la vagancia es un rechazo de todas las cosas que nos forzan a hacer para poder sobrevivir
Yo nací ostentosa. Se mostrará una lista de mi nombre en el diccionario algún día. Van a utilizar Imeldifico en el sentido de la extravagancia ostentosa.
No cabía duda de que las descripciones de sueños y los recortes recopilados por el profesor venían a corroborar los hechos, pero la racionalidad de mi mente y la extravagancia de todo este tema me llevaron a adoptar lo que a mi juicio eran las conclusiones más sensatas.
La idea es que básicamente la vagancia es un rechazo de todas las cosas que nos forzan a hacer para poder sobrevivir