Por hermoso y gallardo que seáis, si una mujer os rechaza, no deduzcáis inmediatamente que ella posea una castidad inviolable; no se podría asegurar que el mozo de muletas deje de tener mayor suerte.
Verdad, hubo momentos en que Francia parecía retrogradar a la barbarie; pero verdad también que tras la acción impulsiva y perjudicial, vino inmediatamente la reacción meditada y reparadora. La Revolución, la buena Revolución, se mostró siempre inteligente: fue movimiento libre de hombres pensadores, no arranque ciego de multitudes inconscientes.