Cuesta sangre romper, levantar cabeza; la compensación comienza con la soledad, pero se ha abierto una brecha. Aguanta
Nada como invadir Polonia un viernes por la mañana para levantar el ánimo!
Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela.
Una mujer verdaderamente honrada no sólo no debe cometer el mal, sino que tampoco debe levantar sospechas de que lo comete.