No se exige a sí mismo lo imposible, pero sí se exige a sí mismo hasta el último gramo de lo que es posible. Renuncia a descansar contento con su alma defectuosa, encogiéndose de hombros en autodesprecio con un yo soy así. Él sabe que ese yo ha sido creado, y que es alterable, por él mismo.
Versus Entertainment me hizo llegar un guión brillante y arrebatador que, en general, se consideraba improducible. No sólo no dudé un solo segundo en abordar una apuesta tan refractaria al sentido común, sino que le destiné cada gramo objetivo de energía, disponible o no, desde el segundo uno. No es una película de encargo, es un privilegio