Vuelven los peces a agitar la noche en el borde umbrío de nostalgias, el recuerdo de tu última partida sobre el fugaz polvo de la tierra.
Cuéntame al oído, muy despacio y muy bajito, porqué tiene tanta luz este día tan sombrío
Y aunque no me quisieras te querría por tu mirar sombrío como quiere la alondra al nuevo día, sólo por el rocío