Nadie aprende a montar en bicicleta sin caerse por lo menos una vez. Lo mismo ocurre en la mayoría de actividades que podrian mejorar nuestra condición, al contrário de aquello que se cree habitualmente.
De repente, volvió a abrir los ojos. Algo hizo que la bicicleta se detuviese en seco y lo último que recordaba era la tierra que se le venía encima a toda velocidad.