Él tiene que ser bueno en la cama y el tamaño importa. ¿Sabes a qué me refiero? Los recuentos de belleza interior también cuentan, pero sin un juguete no es divertido
El que se deja llevar por el ímpetu del arrebato será siempre un juguete de sus pasiones y un esclavo del primero que sepa observarle.