La oscuridad de la noche es un saco que rebosa el oro del amanecer
No carguéis vuestras almas con lo que las canse o las abrume, sino más bien con lo que las aligere y eleve, para que puedan remontarse en alas de los versículos divinos hasta el Punto de amanecer de Sus signos manifiestos; esto os acercará más a Dios, ojalá lo comprendierais.