La constancia de la veleta es cambiar
La idea había tomado posesión de mi mente de tal manera que el miedo recorría todo mi cuerpo como un escalofrío y traté de cambiar las fantasmales imágenes de mi fantasía por la realidad que me circundaba. (...) Al día siguiente anuncié que había pensado una historia.
Amar la lectura es trocar horas de hastío por horas deliciosas.
De perpetuarse el gobierno actual en el poder, ya sea merced a una reforma constitucional o por la fuerza, en la estólida senda de trocar nuestro sistema representativo, republicano y federal por un fracasado comunismo a la cubana, nuevamente serán las Fuerzas Armadas y de seguridad las que lo impedirán por imperio de lo normado en la Constitución argentina
Desde el punto de vista humano, las prácticas religiosas son ponderables, en tanto que proporcionan métodos que los hombres puedan utilizar para transformar su carácter y para extender su conocimiento.
Sabiduría es conocer y transformar
El verdadero heroísmo consiste en convertir los sueños en realidades y las ideas en hechos.
Todo lo que digo es paz. No señalamos a nadie con el dedo. Hay tipos buenos y tipos malos. El conflicto está en la mente. Debemos desterrar nuestros propios monstruos y dejar de condenar a la gente. Todos somos Cristo y todos somos Hitler. Intentamos convertir en contemporáneo el mensaje de Cristo. Queremos que Cristo gane!
Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía.
Un guijarro en el lecho de un pobre arroyuelo puede mudar el curso de un río.
La ficción nunca es pura y la invención novelesca siempre es alimentada por la experiencia, ya se trate de la experiencia cotidiana o de hechos que se pueden encontrar en la vida, en la prensa y que uno siente el deseo de metamorfosear un poco en el marco de la novela. Pero yo no creo en la inspiración. No creo en la imaginación pura. Las novelas parten de cosas reales.
Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía.
Así por sus altos fines dispone y permite el cielo que puedan mudar al hombre fortuna, poder y tiempo.
La ficción nunca es pura y la invención novelesca siempre es alimentada por la experiencia, ya se trate de la experiencia cotidiana o de hechos que se pueden encontrar en la vida, en la prensa y que uno siente el deseo de metamorfosear un poco en el marco de la novela. Pero yo no creo en la inspiración. No creo en la imaginación pura. Las novelas parten de cosas reales.