Conviene vivir considerando que se ha de morir; la muerte siempre es buena; parece mala a veces porque es malo a veces el que muere.
Considerando. pues, que nuestro Salvador ha negado que su Reino sea de este mundo, considerando que ha dicho que Él no vino a juzgar, sino a salvar al mundo, no nos ha hecho estar sujetos a más leyes que a las del Estado.
Ya hemos visto que el estilo Renacimiento es una arquitectura de gusto que no busca ninguna lógica, consistencia y justificación aparte de proporcionar placer.
Hay una invención del norte, pero al mismo tiempo hay una poética, porque recojo la oralidad, la amplia gama de sonidos y léxicos que hay en el norte y en general en el país: he estado en varios países de habla española y nunca he visto que uno tenga la variedad de léxicos que tiene México, ya sea en el norte o en el sur.
Con tal de estar con Dios, ¿qué más da que sea de una manera o de otra? puesto que realmente sólo le buscamos a Él, y no lo encontramos menos en la mortificación que en la oración -sobre todo cuando nos envía la enfermedad-, nos deben parecer tan buenas tanto la una como la otra
El dinero acuñado (...) no tiene más utilidad que la de facilitar el intercambio de productos, sirviendo de instrumento intermediario entre las ventas y las compras, puesto que los fines definitivos de los cambios no son el dinero. (...) No es en el dinero en lo que hay que pensar, sino en los cambios de las cosas que se tienen que vender y comprar.
El dinero surge en el mercado libre, dado que los individuos, en el mercado, intentan facilitarse el proceso vital de intercambio. El mercado es una red, un entramado en el que dos personas o instituciones intercambian dos artículos diferentes. Los individuos se especializan en la producción de diferentes bienes o servicios y luego intercambian estos bienes en condiciones acordadas.
Es falso que la pretensión a una recompensa no convenga a la verdadera virtud y que ofenda su pureza; pues, por el contrario, sirve para mantenerla, dado que el hombre es demasiado débil para desear la virtud con el fin de complacerse a sí mismo.
A los jóvenes lectores hay que darles primero algo que puedan amar, y una vez que lo amen, entonces pueden aprender cómo es la literatura.
Ambos partidos hacen campaña como conservadores. una vez que han logrado hacer que los votantes los elijan y han ocupado la oficina, los Republicanos algunas veces engañan a los votantes: Los Demócratas siempre.
Es falso que la pretensión a una recompensa no convenga a la verdadera virtud y que ofenda su pureza; pues, por el contrario, sirve para mantenerla, dado que el hombre es demasiado débil para desear la virtud con el fin de complacerse a sí mismo.
Sin darse cuenta, se habían dado la mano y escuchaban encantados en silencio. Cada uno de los dos sabía que el otro sentía lo mismo que él: la alegría de haber encontrado un amigo.