Cuando era pequeño mi madre me decía: si te haces soldado, llegarás a general; si te haces cura, llegarás a Papa. Yo quería ser pintor y he llegado a Picasso.
Yo soy un pintor de barcos. Las mujeres para mí son tan importantes como los barcos. Y éste es el mejor elogio que puede hacerles un pintor del puerto. Yo las admiro tanto como las adoro, pero no me atrevo a pintarlas.