El coraje es una imprudencia que teme tanto como la prudencia puede temer, pero que coloca, sin embargo, su nariz fuera, abandona su matorral, se da vuelta, de pronto, y hace frente.
Y cuando la imprudencia y la delación pusieron alguna vez al indio en la alternativa de batirse a muerte o entregarse, él no vaciló jamás en jugar serena y valientemente su vida, arremetiendo con tal pujanza y furia que todo que todo cedía a su paso; y siempre supo escapar dejando tras sí la admiración y la muerte.
La habitual indiferencia de que alardeaban los detectives de homicidios quedaba superada por la emoción del momento. Me sorprendió su apasionamiento. No comprendía exactamente si aquella atrocidad por sí sola había conmovido sus sentimientos o si la naturaleza religiosa del ofensivo objeto contribuía a su reacción.
El insensato que reconoce su insensatez es un sabio. Pero un insensato que se cree sabio es, en verdad, un insensato.
Los miserables que acceden a los cargos, cuanto más indignos son al llegar a ellos tanto más ociosos se hacen y más se llenan de insensatez y de engreimiento.
Entrometerse en el desatino del hombre es siempre una faena muy ingrata.
Es loco poder y mando... Roma está lejos, el General no conoce a las personas, ni los hechos, a lo menos, con todas las circunstancias que tienen, de que pende el acierto. Forzoso es se caiga en yerros muchos, y graves, y por ello se disguste la gente, y menosprecie gobierno tan ciego... que es gran desatino que el ciego quiera guiar al que ve
Ningún hombre puede delegar ningún derecho de dominio arbitrario sobre sí mismo; porque eso supondría esclavizarse. Llamar a un contrato así constitución o por otro nombre sonoro no altera su vaciedad y dislate
El átomo llegará a dominar el mundo. El mundo será atomizado y quedará ciego. Caerán tormentas ocasionadas por las incursiones del hombre en la atmósfera. Nuevas enfermedades. Trastoques de sexos. Locura colectiva. dislate total. El mundo oscurecerá
Es un disparate que se televisen todos los problemas del orden público con cámaras de televisión, porque incitan a manifestarse. Me inquieta que se retransmitan en directo las cargas policiales
El idealismo y la metafísica son las cosas más fáciles del mundo porque permiten a la gente que disparate a gusto, sin basarse en la realidad objetiva, ni someterse a la prueba de ésta.
El insensato que reconoce su insensatez es un sabio. Pero un insensato que se cree sabio es, en verdad, un insensato.
Los miserables que acceden a los cargos, cuanto más indignos son al llegar a ellos tanto más ociosos se hacen y más se llenan de insensatez y de engreimiento.
No es el alcohol. Por desesperación me echo como una mancha por los suelos oscuros lisos y de noche con arrojo de borracho me absuelvo. La tontería prueba que hay Dios porque infinita y eternamente nueva ella misma se imita.
En la fuente de tus ojos viven las redes de los pescadores de la mar del extravío. En la fuente de tus ojos el mar cumple su promesa. Aquí arrojo yo, un corazón que se detuvo entre los hombres, mi ropa y el esplendor de un juramento: Más negro en lo negro, más desnudo voy. Sólo infidente soy fiel. Yo soy tú si yo soy yo.
No diga que tiene amor quien no tiene atrevimiento
Vosotros compatriotas, que sabéis burlaros del mar con denuedo y bizarría, vais a cubriros de gloria, salvando al país y escarmentando el atrevimiento insolente de los malvados.
Nuestras movilizaciones responden a la violencia, a la injusticia, y muchas veces tendrán que salirse de la ley. La esclavitud era legal. También las peonadas son legales y, como ella, una auténtica barbaridad
Bueno, bueno, bueno; madre mía, qué barbaridad
El programa sigue siendo este: combatir. Para nosotros los fascistas, la vida es un combate continuo e incesante, que aceptamos con una gran desenvoltura, con un gran valor. Con la intrepidez necesaria
La irreflexión es la fuerza mas invencible de la tierra.
El problema del poder es cómo lograr un uso responsable de él sin caer en la irresponsabilidad y la indulgencia.
La irresponsabilidad por los daños forma parte de la esencia del terrorismo
Nos place la franqueza en aquellos que nos quieren bien. La franqueza de los demás se llama insolencia
La insolencia sólo disputas proporciona; con los que admiten consejos está la sabiduría.
La semana pasada, en Múnich, en la Literaturhaus, vi una exposición de fotografías de actores en muchas representaciones distintas: el conjunto de caras crea un espectáculo inédito. La ordenación de hechos diferentes produce un diseño nuevo, una historia nueva.
He aprendido en toda mi vida como compositor, principalmente a través de mis errores y persecuciones de falsas suposiciones, y no por mi exposición a las fuentes de sabiduría y conocimiento.