Brahms es como Tennyson: un músico extraordinario con el cerebro de un mediocre policía de provincia.
Una aventura es siempre algo extraordinario para el que tiene el alma aventurera.
El tiempo... excelente médico de nuestras pasiones.
Había nacido para ser feliz. Durante mi juventud nunca me había afligido la tristeza, y si en algún momento me sentía abatido, contemplar las maravillas de la naturaleza o estudiar lo que de sublime y excelente ha hecho el hombre siempre conseguía interesarme y animarme.
Me gusta estar donde la gente me quiere sin reservas, donde me quieren en todas las áreas. El Madrid no se tiene que preocupar por mí, porque es un club fantástico y lo importante es que siga ganando competiciones. Lo importante es el Madrid, yo ya tengo muchos años y puedo caminar solo
Lo fantástico y lo inesperado, lo que cambia y se renueva eternamente, no encuentra mejor ejemplo que en la misma vida real.
Un conductor, por genial que fuese, no podría llegar a cada uno de los millones de hombres que conduce. Hay una cosa que debe marchar sola; es decir, la doctrina, que pone a todo el mundo a patear para el mismo arco.
El hueco que la obra genial ha producido a nuestro alrededor es un buen lugar para encender nuestra pequeña luz. De allí la inspiración que irradian los genios, la inspiración universal que no sólo nos impulsa a la imitación.
Brooklyn, Romeo y Cruz están encantados con su nueva hermanita y han reaccionado estupendamente a todos los cambios
Guarda tus problemas para ti mismo y haz creer a la gente que lo estás pasando estupendamente
Otto Hahn y Fritz Strassmann fueron capaces de descubrir la fisión nuclear usando una química excepcional, una química fantásticamente buena, que estaba muy por delante de lo que nadie más era capaz en ese momento. Los estadounidenses aprendieron a hacerlo más tarde. Pero en ese momento, en 1938, Hahn y Strassmann eran en realidad los únicos que podían hacerlo, porque eran buenos químicos
Más bien que aceptar la probabilidad fantásticamente pequeña de que las fuerzas ciegas de la naturaleza hubieran producido la vida, parece mejor suponer que su origen se deba a un acto intelectual deliberado