Nadie puede usar la palabra progreso si no tiene un credo definido y un férreo código moral Porque la misma palabra progreso indica una dirección; y en el mismo momento en que, por poco que sea, dudamos respecto a la dirección, pasamos a dudar en el mismo grado del progreso.
Las pequeñas doctrinas humanas, que sólo tienden a enorgullecer y a magnificar a unos pocos, no deberían ser sustituidas por el credo redentor mundial de Cristo.