Caminando por un estrecho túnel de la alhambra, se me entrego a mí el hermoso patio de aquel antiguo palacio, serene, callado y solitario; contenía exactamente lo que debe tener un jardín bien logrado, nada menos que el universo entero, jamás me ha abandonado tan memorable epifanía.
La luz al final del túnel no es más que la luz de un tren que se acerca.
Las palabras... Son pequeñas casas, cada una con su sótano y buhardilla.
Si alguien concibe que una carnicería semejante puede servir de soporte a un arte, ya está preparado para admitir que la verdad puede ser extraída mediante la tortura en el sótano de una comisaría; si se admite que la belleza puede surgir de la sangre derramada, aunque ésta se inflija a un animal, es que uno ya tiene justificado en el corazón todo tipo de violencia.
No soy tan optimista respecto de Europa y EE.UU. En ambos casos, el problema subyacente es una demanda total insuficiente. La máxima ironía es que existen simultáneamente una capacidad productiva excesiva, vastas necesidades insatisfechas y políticas que podrían restaurar el crecimiento si usaran esa capacidad para satisfacer las necesidades.
La (exactitud de la) ciencia se encuentra acotada por el límite impuesto por el principio de incertidumbre de Heisenberg, que a su vez define el caos subyacente a toda vida.