Todo el que aspira a avasallar a sus semejantes, se ve obligado a ser impostor y sanguinario.
La felicidad consiste, principalmente, en conformarse con la suerte; es querer ser lo que uno es.
Cuando las cosas no quieren conformarse con nosotros, nosotros debemos conformarnos con ellas.
Las interacciones físicas entre otros sistemas y el nuestro deben poseer, por regla general, cierto grado de ordenación física, es decir, que también ellos deben someterse con cierta exactitud a leyes físicas rigurosas.
Para sacar provecho de los bienes de la sociedad es preciso someterse a sus cargas.