La dignidad de una generación consiste en emplear su propio criterio para discernimiento de lo heredado, defendiendo, impulsando, mejorando todo lo sensato y sabio y disminuyendo, en lo posible, lo torcido y lo maligno
Probablemente, las virtudes que se me atribuyen son algo exageradas. Pero digo yo que no habré sido un arbusto tan torcido cuando me han dado el birrete