Soy de las que piensan que la ciencia tiene una gran belleza. Un científico en su laboratorio no es sólo un técnico: es también un niño colocado ante fenómenos naturales que le impresionan como un cuento de hadas.
En cada encrucijada del sendera que lleva al futuro, la tradición ha colocado diez mil hombres para custodiar el pasado.