Resulta verdaderamente asombrosa la prontitud con que un chisme basta para distraer la atención de una conversación intelectual.
La amplitud del cielo, la arquitectura movible de las nubes, las coloraciones cambiantes del mar, el centelleo de los faros, son un prisma maravillosamente apropiado para distraer los ojos, sin cansarlos jamás
No nos dejes ser tan prudentes. Que queramos contentar a todos. Tu palabra es hiriente como espada de dos filos. Además de las bienaventuranzas, también pronunciaste las maldiciones. Es un texto subversivo.
Es un gran error suponer que una mujer sin corazón sea fácil de contentar en los asuntos amorosos.
En los cuchillos y tenedores se habían pegado las lágrimas de mis enemigos ajusticiados, y al tintineo de los vasos se unían los sollozos de innumerables desgraciados; sin embargo, las estelas de las lágrimas me daban risa, mientras que los sollozos de desesperación adquirían un sonido musical a mis oídos. Necesitaba música para amenizar el banquete, y la tenía.