Déjenme en paz, déjenme dormir una sola noche sin mojar de lágrimas mi almohada, sin sentir que mi cabeza está a punto de estallar y sin que ardan mis ojos. ¡Déjenme marchar, déjenme abandonarlo todo, y sobre todo este mundo!
Las mujeres del siglo XXI de cultura o influencia occidental se acuestan con quien quieren, cuando quieren y por los motivos que quieren, con lo que disminuye considerablemente su legitimidad histórica a proclamarse víctimas de los hombres seductores. No consintáis que os califiquen como villanos por seducir a una mujer si se encuentra en igualdad de condiciones.
Antiquísimo pecado es seducir a la mujer ajena y despreciar el vínculo sagrado.
Cada época tiene una moneda que compra almas. En algunas la moneda es el orgullo, en otras, es la esperanza o una causa santa. Por supuesto, hay épocas que es más difícil comprar almas y lo notable es que esos momentos están marcados por la civilidad, la tolerancia y el buen funcionamiento de la vida cotidiana.
Apostábamos a levantar un sector industrial en un momento en que toda la industria de nuestro país estaba destruida. Nos planteábamos absurdamente vender motores mientras que, en lo inmediato, la gente era demasiado pobre para comprar siquiera nafta
El vulgo se deja seducir siempre por la apariencia y el éxito.
Las mujeres del siglo XXI de cultura o influencia occidental se acuestan con quien quieren, cuando quieren y por los motivos que quieren, con lo que disminuye considerablemente su legitimidad histórica a proclamarse víctimas de los hombres seductores. No consintáis que os califiquen como villanos por seducir a una mujer si se encuentra en igualdad de condiciones.