... la adversidad sigue a la ventura como la sombra al cuerpo. Ambas, parecen, en efecto, fases alternativas de la irremediable ondulación del humano destino.
Ella mira el mar, es lo que puede hacer. Y su mirada está limitada por la línea del horizonte, es decir, por su incapacidad humana de ver la curvatura de la Tierra.
El artista es el confidente de la naturaleza. Las flores conversan con él mediante la graciosa curvatura de sus tallos y los armoniosos colores de sus pétalos. Cada flor tiene una palabra amable para él.
La más alta conquista exige una derrota definitiva; la plenitud de la vida, una oquedad de muerte; el goce, sequedad; la sapiencia, insipiencia; la palabra, silencio; la solidaridad, soledad; la acción, contemplación. Paradoja del compás de dos puntas, que describe su círculo perfecto porque permanece quieto en su centro.
Nada hay más admirable y heroico, que sacar valor del seno mismo de las desgracias, y revivir con cada golpe que debiera darnos muerte.
El estudio sistemático de la psicología de masas reveló a sus estudiosos las posibilidades de un gobierno invisible de la sociedad mediante la manipulación de los motivos que impulsan las acciones del hombre en el seno de un grupo.
... la adversidad sigue a la ventura como la sombra al cuerpo. Ambas, parecen, en efecto, fases alternativas de la irremediable ondulación del humano destino.
El artista es el confidente de la naturaleza. Las flores conversan con él mediante la graciosa curvatura de sus tallos y los armoniosos colores de sus pétalos. Cada flor tiene una palabra amable para él.
Ella mira el mar, es lo que puede hacer. Y su mirada está limitada por la línea del horizonte, es decir, por su incapacidad humana de ver la curvatura de la Tierra.
No digo una palabra: continúo mirando la carne de sus blancos cuellos, bordados de locos mechones; persigo, bajo la blusa y los frágiles atavíos, el divino dorso parejo a la curva de sus hombros.
En una ocasión, a diez vueltas del final, ¡casi me duermo! Me distraje, mi nivel de concentración bajó un poco y tomé la curva tres demasiado abierto
¡No me lo puedo creer! ¡Es la maldición de Hamilton! (En la última vuelta del GP de Brasil de 2008, cuando Lewis Hamilton estaba perdiendo el mundial 2008 en favor de Felipe Massa).
No le era posible comprender por qué le había sucedido algo tan maravilloso. No tenía explicación. Sólo varios meses más tarde, estando de vuelta en Misselthwaite, recordaría ese momento al descubrir por casualidad que ese mismo día Colin, al entrar en el jardín secreto, había gritado: Viviré por siempre jamás.
Como recuerdo en vez de la existencia, estábamos los dos o desdoblábamos los dos el gesto puro de caricia, también la nitidez del habla en un recodo marginal o cielo raso que caía como granizo.
Lo que importa no es la casa de todos los días sino aquella oculta en un recodo de los sueños. Lo que importa no es el carruaje sino sus huellas descubiertas por azar en el barro.
Una vida entre los libros posee una calma y una paz muy grandes. Si bien es cierto que nos sentimos abrumados por un hambre terrible de algo menos tenue, nos ahorramos el remordimiento y el horror y la tortura y el enloquecedor veneno del arrepentimiento
Un día surgirá del cerebro de la ciencia una máquina con una fuerza tan temible y terrorífica, que hasta el hombre, el guerrero, que esta dispuesto a soportar la muerte y tortura para inflingir muerte, abandonará la guerra por siempre.