La literatura es algo totalmente artificial. Y justamente para captar realidades, debe ser artificial. Los diálogos generalmente no son lenguaje hablado, oral. El lenguaje oral en un libro es algo diferente al lenguaje hablado. Para que el lenguaje oral funcione tiene que ser artificial.
Difícilmente somos capaces de captar en el otro un valor que no poseemos.
Hubo acerca de este gigantesco arco iris una profunda bendición de la paz y la esperanza. Pero, como es natural inefable como en el efecto de la belleza natural de la mente, no puede coincidir con la paz de Dios en la curación de su efecto sobre la mente humana.
Algo que debería estar siempre presente en el pintor es la certeza de que en ningún caso debe hacerse verdaderamente pintura cuando se trata de amistad con la escritura, y que, de todas formas, su propio pensamiento plástico solamente podrá coincidir con el pensamiento literario en aquellas zonas en que el escritor, por exceso o descuido, pervierte su placer.
Tenemos el deber de ser responsables ante el pueblo. Ser responsables ante el pueblo significa que cada palabra, cada acto y cada medida política nuestros deben concordar con los intereses del pueblo, y si cometememos errores, debemos corregirlos.
Empecé a sentir la dicotomía que ha caracterizado mi forma de pensar durante toda mi vida: ¿cuánto puede el amor por una raza oprimida concordar con el amor por una patria opresora?
Los errores tienen casi siempre un carácter sagrado. Nunca intentéis corregirlos. Al contrario: lo que procede es racionalizarlos, compenetrarse con aquellos integralmente. Después, os será posible subliminarlos.
Quien al vulgo le exige deberes sin avenirse a concederle derechos, lo habrá de pagar caro.
Debe entenderse que todos somos educadores. Cada acto de nuestra vida cotidiana tiene implicancias, a veces significativas. Procuremos entonces enseñar con el ejemplo.
Un genio sabe hacer entenderse a sí mismo fácilmente sin llegar a ser obvio
En ocasiones solemos coger la pluma y escribimos, sobre una hoja en blanco, signos que dicen esto y aquello: todos los conocen, es un juego que tiene sus reglas.
Yo lo primero que le quería preguntar: ¿qué título utiliza usted para coger el transporte público? Yo creo que no lo coge nunca porque el metrobús, yo creo que no existe, y entonces si usted tiene el título del metrobús ¡pues nos vamos todos! ¡Que no existe!