Dejemos al tiempo que haga de las suyas, que es el mejor médico de estas y otras enfermedades.
Empezar desde cero, encendiendo el fuego que me pone a temblar. Comenzando de nuevo, convenciendo al tiempo que me deje suspirar. Uno a uno tus besos van brincando el cerco, y te quiero más y más.
Hesíodo, cuyos escritos juntamente con los de Homero contenían el sistema canónico de los cielos, supone que dioses y hombres han surgido por igual de fuerzas desconocidas de la naturaleza.
Nuestra alma no es por sí misma inmortal, sino mortal. Pero es también capaz de la inmortalidad. Si no conoce la verdad, muere y se disuelve con el cuerpo, pero resucita luego y juntamente con el cuerpo, en la consumación del mundo, para recibir como castigo una muerte inmortal