Los americanos, todos: del norte al Sur, pasando por el Centro y por el Caribe, debemos reencontrarnos con el sueño originario del Nuevo Mundo que llenó de esperanzas a la humanidad
No se puede nombrar ni un solo gran país, desde las regiones polares del norte hasta Nueva Zelanda en el sur, en el que los aborígenes no se hicieran tatuajes