Cualquiera puede hacerlo, pero hay que lavar y condimentarla bien para evitar el contagio de enfermedades. Yo sólo me como las partes con músculos, especialmente las pantorrillas y los muslos. Con la lengua hago un guisado muy rico y los ojos los uso para hacer sopa.
En la caridad el pobre es rico, sin caridad todo rico es pobre
Habla Carlos Gardel; queridos amigos de la América Latina, de mi tierra y de mi raza: la Casa Víctor quiere que les anuncie la firma reciente de mi contrato de exclusividad con ella, y yo lo hago muy gustoso porque sé que nuestras grabaciones serán cada vez más perfectas y encontrarán en ustedes oyentes cordiales e interesados.
Sé breve en tus razonamientos, que ninguno hay gustoso si es largo.
La poesía puede hacer realidad un orden, en el que finalmente podemos crecer hasta la dimensión que hemos almacenado mientras crecíamos, un orden que satisface lo que es apetecible para la inteligencia y aprehensible por el afecto.
Los que pretenden obligar a la mujer al matrimonio cerrándola las demás salidas, se exponen a igual réplica. Si piensan lo que dicen, su opinión significa que el hombre no hace el matrimonio lo bastante apetecible para la mujer, a fin de tentarla por las ventajas que reúne.
La cortesía es el más exquisito perfume de la vida, y tiene tal nobleza y generosidad que todos la podemos dar, aún aquellos que nada poseen en el mundo.
Diríjase a toda mujer como si estuviera enamorado de ella y a todo hombre como si le estuviera molestando a usted. Y pronto tendrá fama de poseer el más exquisito trato social.
El mundo es barro suculento y charco maravilloso.
Soy simpatico la primera vez que se me trata, la segunda vez soy sencillamente delicioso
¡Oh, es delicioso tener ambiciones! ¡Estoy tan contenta de tener tantas! Y nunca parecen llegar a su fin; eso es lo mejor. Tan pronto se obtiene una, se ve otra brillando más alto. ¡Hacen que la vida sea tan interesante!
La oscuridad es efectivamente penosa para la mente, como lo es para el ojo, pero sacar la luz de la oscuridad, por el esfuerzo que sea, ha de ser deleitable y producir regocijo.
Amor es un fuego escondido, una agradable llaga, un sabroso veneno, una dulce amargura, una deleitable dolencia, un alegre tormento, una fiera herida, una blanda muerte.
El payaso interior. Es el espíritu algo tan delicado que hasta la más sencilla sensación lo modifica. ¿Habéis visto esos muñecos que hacen cabriolas cuando se les tira de una cuerda? Pues idéntico es el espíritu. La sensación más sencilla lo modifica grandemente. ¡A sus cabriolas las llamo yo visiones espirituales!
Como en la playa virgen dobla el viento, el leve junco verde que dibuja un delicado círculo en la arena, así en mí tu recuerdo.