Es la mayor simpleza de muchos padres pretender tener a pura fuerza un hijo letrado o eclesiástico, aun cuando no sea de su vocación tal carrera ni tenga talento a propósito para las letras; causa funesta, cuyos perniciosos efectos se lloran diariamente en tantos abogados firmones, médicos asesinos y eclesiásticos ignorantes y relajados como advertimos.
Tiene que ser chileno, letrado mayor de edad todo lo que dice la constitución, de raza caucásica o araucano eso no importa todo va a ser normal nomas.
En los más ilustres y gloriosos capitanes y emperadores del mundo, el estudio y la guerra han conservado la vecindad, y la arte militar se ha confederado con la lección. No ha desdeñado en tales ánimos la espada a la pluma. docto símbolo de esta verdad es la saeta: con la pluma vuela el hierro que ha de herir.
Aquel que en toda cosa está instruido, varón será perfecto y acabado; siempre aconsejará lo más valido. Bueno también será el que, no enseñado, en el tratar sus cosas se rigiere por parecer del docto y buen letrado. Mas el que ni el desvío lo entendiere, ni tomare del docto el buen consejo, turbado terná el seso y mientras fuere, será inútil en todo, mozo y viejo
La Iglesia fue más allá, e hizo al hombre un policía de sí mismo, hasta que los hombres temieran pensar y no dudaran. El pensador era sospechoso. El tonto crédulo fue presentado como el modelo de perfección religiosa. Fue el más vil sistema que el mundo haya conocido.
No hay pensador hablo de los auténticos, limpios de popularidad cuya obra no haya sido negación y duda. Los que suspendidos en el vacío de la duda avanzan sin caer, son los que tienen alas: con ellas pasarán sobre la sima, y subirán hacia la luz de las tinieblas.
El intelectual para quien la definición sustituye a la comprensión, es despreciable.
El intelectual pedante oculta su ignorancia bajo la pretenciosidad.
El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia.
El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia.
El amor constituye la única manera de aprehender a otro ser humano en lo más profundo de su personalidad. Nadie puede ser totalmente conocedor de la esencia de otro ser humano si no le ama. Por el acto espiritual del amor se es capaz de ver los trazos y rasgos esenciales en la persona amada; y lo que es más, ver también sus potencias: lo que todavía no se ha revelado, lo que ha de mostrarse.
El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico.
No podrá ser un buen geógrafo el que no esté seriamente versado en Matemáticas.
Los mejores médicos del mundo son: el doctor dieta, el doctor reposo y el doctor alegría
Estoy seguro de que incluso en la cámara de gas, cuando el fluido letal los estuviera ahogando y convirtiendo en terror la esperanza de sus corazones, el viejo doctor les susurraría en un último esfuerzo que todo estaba bien y que todo iba a salir bien, para ahorrar a sus pupilos, al menos, el miedo ante el paso de la vida a la muerte.
La pasión a menudo convierte en loco al más sensato de los hombres, y a menudo también hace sensato a los más locos.
Es estúpido quien confiese temer la muerte no por el dolor que pueda causarle en el momento en que se presente, sino porque, pensando en ella, siente dolor: porque aquello cuya presencia no nos perturba, no es sensato que nos angustie durante su espera.
En un primer tiempo, la fotografía, para sorprender, fotografía lo notable; pero muy pronto, por una reacción conocida, decreta notable lo que ella misma fotografía. El cualquier cosa se convierte entonces en el colmo sofisticado del valor.
Lo más notable de esto es que todos los afectados, el conjunto de la sociedad, consideran y tratan a la crisis como algo fuera de la esfera de la voluntad y el control humanos, un golpe fuerte propinado por un poder invisible y mayor, una prueba enviada desde el cielo, parecida a una gran tormenta eléctrica, un terremoto, una inundación.
Hacia la mitad del camino de mi vida, una mujer bellísima y muy inteligente con la que había tenido escasos días de intimidad me dijo mirándome con su mirada inolvidable: 'A ti no se te puede destruir Fernando. Tú ya estás destruido
Prefiro la crítica más dura de un hombre inteligente a la aprobación irreflexiva de la gran masa.