Cuando yo era chico, y vivía en un barrio, la gran novedad o logro era tener un auto, y cuanto más lujoso era el auto más reconocimiento para la familia que lo había obtenido. Pero había una distinción para nosotros, el reconocimiento a la familia era en función de qué había hecho para conseguir ese auto. Había familias que trabajan padres e hijos y se compraban un Seat. Y había familias que se ganaban la lotería y se compraban un Mercedes Benz. Y nosotros valorábamos al que trabajaba mucho y se había comprado el Seat. Le doy ese ejemplo porque a partir de ahí aprendí que no se evalúa lo conseguido sino lo merecido. Primero hay que ver si el medio está de acuerdo con que se evalúe lo merecido y no lo conseguido, la respuesta es no.
Un anciano cumplió noventa y ocho años. Ganó la lotería y murió al día siguiente. Fue mosca negra en tu vaso de Chardonnay. Es el indulto a una pena de muerte que llegó dos minutos muy tarde. ¿No es irónico, no lo crees? (Ironic - 1995).
El valor de las opiniones se ha de computar por el peso, no por el número de las almas. Los ignorantes, por ser muchos, no dejan de ser ignorantes. ¿Qué acierto, pues, se puede esperar de sus resoluciones?.
Porque hay que tener en cuenta que además de aprender, los niños en la escuela pues socializan, se comunican con otros niños, tienen experiencias normativas distintas... que son muy difíciles si el número es muy escaso
Cuando yo era chico, y vivía en un barrio, la gran novedad o logro era tener un auto, y cuanto más lujoso era el auto más reconocimiento para la familia que lo había obtenido. Pero había una distinción para nosotros, el reconocimiento a la familia era en función de qué había hecho para conseguir ese auto. Había familias que trabajan padres e hijos y se compraban un Seat. Y había familias que se ganaban la lotería y se compraban un Mercedes Benz. Y nosotros valorábamos al que trabajaba mucho y se había comprado el Seat. Le doy ese ejemplo porque a partir de ahí aprendí que no se evalúa lo conseguido sino lo merecido. Primero hay que ver si el medio está de acuerdo con que se evalúe lo merecido y no lo conseguido, la respuesta es no.
Un saco de serpientes en el que sólo hay una anguila: eso es la lotería matrimonial.
Nuestro arte actual es un largo juego de formas muertas en las que querríamos mantener la ilusión de un arte vivo.
Es una cuña, vuelvo y repito, que le pone picardía y alegría y humor a la campaña. Los que están ofendidos son los antiuribistas. Es parte del juego porque le pone picardía y humor. Cada persona hace su campaña como quiere.