Voy a atender su petición y compareceré ante esta cama... ante esta cámara, en pleno. 17 de febrero 2010, durante el debate en el Congreso.
Si queremos hacer una petición importante (que ella tenga que invertir mucho) debemos hacerlo en un intervalo de tiempo corto, y si lo queremos conseguir algo menos comprometido es conveniente dejar pasar un poco más de tiempo.
Las campañas modernas de publicidad están empezando a crear elevados niveles de demanda de productos que los consumidores ignoran desear, y mucho menos necesitar.
Comprobamos que los hechos unifican y las abstracciones dividen y que por sobre la carnadura de los acontecimientos, las divergencias del nivel ideológico pierden importancia ante la demanda de las soluciones.
No se sabe la fuerza moral que pierde la exhortación a un desdichado cuando se la dirige el que es dichoso
Si los veintitantos que esta vez han conseguido escabullirse sienten en los próximos tiempos el acoso no solo del GAL, sino también de la Gendarmería, va a ser muy difícil seguir planeando atentados al otro lado de la frontera. Por fin los hechos demuestran que hay alternativas eficaces a la frustrante exhortación a la paciencia que era endémica en nuestra clase política. 15 de enero de 1984
No todos los deseos conducen a la libertad, pero la libertad es la experiencia de un deseo que se reconoce, se asume y se busca. El deseo no implica nunca la mera posesión de algo, sino la transformación de ese algo. El deseo es una demanda: la exigencia de lo eterno, ahora. La libertad no constituye el cumplimiento de ese deseo, sino el reconocimiento de su suprema importancia.
El papel político-social de la juventud para el perfeccionamiento de la comunidad es esencial porque la juventud es, precisamente, la edad del inconformismo, de la exigencia de perfección, del hambre y de la sed de justicia.
Toda la sociedad tiene la obligación de respetarse mutuamente, de aprender los unos de los otros y de compartir las conquistas materiales y científicas, según su propia conveniencia
En esta vida la primera obligación es ser totalmente artificial. La segunda todavía nadie la ha encontrado.
Nuestro país es el mundo, nuestros compatriotas la humanidad. Amamos a la tierra de nuestro nacimiento, solo como amamos a otras tierras. Los intereses, derechos, y libertades de los ciudadanos americanos no son menos estimados por nosotros que aquellos que lo son para la raza humana. De esta forma no podemos permitir una apelación al patriotismo, para vengar cualquier insulto o herida nacional.
No se puede decir más claro que la CEDA, que no se fijaba en la calidad de las personas, fue a la colaboración con los lerrouxistas a sabiendas de que iba a encubrir los negocios sucios, a colaborar con ellos. Y ya conocéis el viejo axioma español que dice: ¡A autores y encubridores, pena por igual!
Los adúlteros que afean la fama y la calidad ajena y quitan la paz y la quietud a otros deben ser declarados por ladrones, y por ende condenados a muerte, sin remisión alguna
Hay tres cosas que nunca podemos aspirar a lograr con el razonamiento: la certeza absoluta, la precisión absoluta, la universalidad absoluta
El orden involuntario alimenta la insatisfacción, madre del desorden, padre de la guillotina. Las sociedades autoritarias son como el patinaje sobre hielo: Intrincadas, de una precisión mecánica y, sobre todo, precarias. Dentro de la frágil corteza de la civilización se agita el caos... y existen lugares donde el hielo es delgado a traición
Mundo de santos: a eso estamos llamados. Y esa ha sido siempre la misión de María con Jesús, tal vez por eso que su presencia incluso sensible en medio de nosotros se hace cada vez mayor: apariciones, milagros, y ese milagro de ese mar que se mueve bajo su influjo a la invocación de su nombre.
El sentido común del hombre tiene su propia necesidad; afirma su legitimidad con la única arma que está a su alcance, esto es, la invocación a lo obvio de sus aspiraciones y reflexiones
En estos momentos, sin la reclamación catalana del nuevo Estatuto nadie movería un dedo
La máxima reclamación del socialismo que el trabajo debería estar en posesión de su dueño.
Hago un llamamiento a la destrucción de la idea de dios
Las huelgas ya han empezado en Leningrado y algunas fábricas en los Urales también se han sumado. Donde sea que se escucha mi llamamiento a la huelga, la gente lo respalda