Esta guerra, deseada por ninguno de los pueblos involucrados, no ha estallado para favorecer el bienestar del pueblo alemán ni de ningún otro. Es una guerra imperialista, una guerra por el reparto de importantes territorios de explotación para capitalistas y financieros
El reparto de la riqueza es lo que diferencia a la derecha de la izquierda.
El sistema actual está dominado por otras tres palabras mágicas: Productividad, competitividad e innovación, que deberían ser sustituidas por repartición cooperación y recreación.
La riqueza económica de un pueblo no consiste sólo en la abundancia total de bienes, sino más bien, en una eficaz distribución según justicia.
En el mercado libre, cada cual gana según su valor productivo en satisfacer los deseos de los consumidores. Bajo la distribución estatista, cada uno gana en proporción a la cantidad que puede saquear a los productores.