Es mas maduro simular afecto que amenazar con un revolver sin balas.
Las armas son instrumentos para matar y los Gobiernos permiten que la gente las fabrique y las compre, sabiendo perfectamente que un revólver no puede usarse en modo alguno más que para matar a alguien.
En la historia de la Humanidad abundan exhumaciones de vidas privadas, y nadie protesta. Si juzgamos a los muertos, que no pueden defenderse ni atacarnos, ¿Por qué no juzgaremos de igual modo a los vivos, que tienen lengua para hablar y manos para mover la pluma y la espada?
Siempre he soñado que una manera elegante de acabar con este baile sería sentarse en una mecedora blanca con un sombrero de paja junto al Mediterráneo y guardar un silencio definitivo durante muchos años mirando el horizonte sin mover una pestaña.
Cedazo que filtras mis sentimientos, que sólo dejas pasar besos y deseos, grano que germinas en mi corazón: loca maravilla, bastan tus cejas para agitar mi aliento.
Vuelven los peces a agitar la noche en el borde umbrío de nostalgias, el recuerdo de tu última partida sobre el fugaz polvo de la tierra.
Cuando asiento mis pies en tierra firme no me los hace menear ni un terremoto.
Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía.
Al mudar de piel vuelves a sentir, te izas como vela.
Con esta disposición de ánimo, determiné un día refugiarme en la soledad y evitar todo contacto con los hombres. Me dirigí a cierto paraje, no lejos del mar. (...) Me gusta pasar así el rato: puedo conversar conmigo mismo sin estorbo. Para quien ama la meditación no hay parajes tan propios como éstos.
¿Quieres pasar el resto de tu vida vendiendo agua azucarada o quieres tener la oportunidad de cambiar el mundo?
Como todos ustedes saben, no hay ningún escritor que escriba todo lo que piensa, es muy difícil trasladar el pensamiento a la escritura, creo que nadie lo hace, nadie lo ha hecho, sino que, simplemente, hay muchísimas cosas que al ser desarrolladas se pierden.
Al estar determinados por costumbre a trasladar el pasado al futuro en todas nuestras inferencias, cuando el pasado ha sido absolutamente y regular y unifome, esperamos el acontecimiento con la máxima seguridad y no dejamos lugar para la suposición contraria.
Pero tampoco los mismos reyes advertían suficientemente qué precedente introducían en contra de sí mismos: que en lo sucesivo estuviera permitido a un sacerdote romano deponer de su trono a aquel príncipe que hubiera incurrido en su odio.
Evita indagar lo que será el mañana.
Todo ocurre siempre porque sí, y de la manera que tiene que ocurrir, de la manera que puede ocurrir, ésa es la verdad. No vale la pena indagar los detalles, cuando ya todo ha terminado. Pero en lo esencial, en lo verdadero, sí que vale la pena indagar, porque si no, ¿Para qué he vivido? ¿Para qué he estado soportando estos cuarenta y un años? ¿Para qué te he estado esperando?
Quienes pretenden investigar las verdades trascendentales del Ser a base de puro razonamiento, caen en el mismo error de alguien que, ignorando el uso y manejo de los instrumentos modernos de la ciencia, intentara estudiar la vida de lo infinitamente pequeño con telescopios y la vida de lo infinitamente grande, con microscopios
Me he dedicado a investigar la vida y no sé por qué ni para qué existe.
Y crear esa frase que abrace todo el mundo; los poetas debiéramos arrancar las espadas, inventar más colores y escribir padrenuestros.
El mar empapaba la roca a nuestros pies todo el día y continuaba arrancándole trozo tras trozo. Una noche tú soñaste que eras una sirena aferrada a un pilón de un muelle, y que intentabas arrancar los percebes con las manos. Deseábamos que nuestras dos almas pudieran regresar como gaviotas a la roca.
Cuando el diablo se mezcla en los asuntos humanos para arruinar una existencia o trastornar un Imperio, es muy extraño que no se halle inmediatamente a su alcance algún miserable al que no hay más que soplarle una palabra al oído para que se ponga seguidamente a la tarea.
No hay vicios que no encuentren entre la alta sociedad apoyos complacientes, y se ha visto trastornar la distribución de un castillo para hacer que una hermana durmiera cerca de su hermana cuando se ha sabido que no la amaba sólo como hermana